Fundamentos
de proyecto:
Macarena
Castillo (actuación)
Como actriz
creo que la pedagogía teatral puede hacer grandes cambios al actual sistema
educativo principalmente en los inicios de la etapa de educación básica, es por esto que he diseñado
mi proyecto para ser implementado en escuelas como taller de apoyo a los
sectores curriculares y trabajar en directa relación con estos mismos.
Si nos
enfocamos en el paso de la enseñanza
pre-escolar a primero básico podemos darnos cuenta de que está sujeta a muchos
cambios que no todos los niños logran asimilar con la misma rapidez. Si se tiene en cuenta que la etapa que
llamamos pre-escolar es una etapa marcada por ser lúdica donde se adquieren
conocimientos a través del juego y que está orientada básicamente al aspecto
motriz de los niños y la importancia que tiene para ellos el compartir y jugar
con sus compañeros podemos comparar con el repentino cambio que deben asimilar
los niños al entrar a enseñanza básica, esta etapa está orientada a trabajar
básicamente el aspecto cognitivo de los niños, y gran parte de lo que hacían
anteriormente en el colegio se
transforma, ya no se sientan en grupos o en círculo, pasan a tener solo un
compañero de banco y todo se sientan mirando a la pizarra, deben mantenerse
sentados y callados porque se entiende que solo así le están prestando atención
al profesor(a), finalmente si el niño no se adapta rápidamente a estos cambios,
por nombrar algunos, se queda “atrás” y comienzan los problemas.
Pero el real
“problema” radica en la forma abrupta en la que se produce este cambio, los
niños son insertados en una educación conductista sin saber cómo comportarse
frente a esta, se les entregan contenidos que deben adquirir pero no se les enseña
cómo, se les enseña a seguir indicaciones sin saber por qué deben seguirlas,
finalmente lo que se produce es que los niños aprendan a memorizar contenidos.
Otra de las notorias
diferencias que existen entre la enseñanza pre-escolar y la enseñanza básica es
que ahora los niños tienen distintas materias, antes solo tenían una “tía” y ahora tienen en algunos casos más de
un profesor(a) y en otros un profesor distinto para cada materia, todas estas
son impartidas de manera conductista hasta la clase de educación física dónde
los niños dejan la sala pero no se les
enseña o permite jugar porque a lo que ellos llamaban juegos ahora se les llama
deportes y eso es lo que deben hacer, un ejemplo de esto es que se les enseña a
saltar la cuerda, y no se les menciona que es un juego porque como su nombre lo
dice la clase está hecha para educar a los niños físicamente y lo que antes
había sido un juego ahora pasa a ser algo “serio”. La frase “esto no es un
juego” es dicha en muchos casos por docentes que mal entienden la palabra juego
asociándola a desorden o actividad poco seria y pasando por alto la importancia
del juego como forma básica de aprendizaje.
Es por esto
que mi propuesta es apoyar a los niños que cursen desde primero a cuarto básico
con un taller complementario a sus otras clases, utilizando la instancia del
taller para reforzar los contenidos que han sido entregados anteriormente de
manera teórica por sus distintos profesores. El recurso educativo que utilizaré
para este taller será el juego dramático, en este se trabaja fundamentalmente
en colectivo y con actividades que se relacionan con la ficción.
El juego
dramático debe ser guiado por un facilitador, se le llama así porque su función
es entregar estímulos para que los participantes del juego, en este caso niños,
puedan ponerse en situación, es decir, entrar y entregarse a la ficción, de
esta manera los niños podrán experimentar y de esta forma asimilar los
contenidos a través de su experiencia.
En el taller las ficciones propuestas tendrán relación con los
contenidos de sus clases como matemáticas lenguaje, ciencias sociales, ciencias
naturales, etc. según lo que crean necesario reforzar los otros docentes.
Es
importante mencionar que si bien como actriz mi taller utiliza la pedagogía
teatral como herramienta clave, este no es un taller de teatro, no se busca un
resultado final en común y mucho menos que los niños actúen, lo que se busca es
que a través de la experiencia que viva cada niño durante las actividades se
pueda obtener un aprendizaje.
Uno de los aspectos
del teatro que rescataré en mi taller será la búsqueda del desarrollo integral
de las personas, en este caso niños, para esto se trabajará con el área
corporal, el área vocal, el área expresiva y el área afectiva. Estas áreas por
lo general no se trabajan en el sistema educativo pero son fundamentales en
esta etapa.
Una de las
premisas de la pedagogía teatral es que el aprendizaje a través de experiencias
es más valorado y significativo, yo quiero que los niños participen activamente
de su aprendizaje. Al momento de enseñar algo, lo que sea, la comunicación es
la clave para ser entendido, si bien la comunicación consta de un emisor y un
receptor es necesario que estos roles se intercambien para poder dar a entender
un mensaje de qué sirve si un mensaje es dicho pero no es entendido por el
receptor, de nada, pero en el sistema educativo actual existen pocas instancias
en las que los niños puedan expresar lo que piensan más allá de responder a la
pregunta ¿entendieron?, porque un sí o un no, no permite saber si el contenido
fue asimilado o comprendido más que aprendido por el estudiante y es en la
etapa básica en la que hay que trabajar la expresión y creatividad de los
niños.
Mi idea es
que los niños tomen el taller como una instancia de expresión donde pueden
fomentar su creatividad y experimentar libremente, que se forme un ambiente de
respeto y que no sientan miedo de expresar sus dudas, opiniones o críticas frente al docente y sus compañeros, el taller
servirá para que los niños se relacionen con sus compañeros en otra instancia,
que no es el recreo ni la clase de matemáticas, por nombrar alguna otra clase.
Otro aspecto
que me parece importante y creo que no se aborda de la manera correcta en el
sistema educativo actual es el desarrollo de las distintas capacidades que
tienen los niños, en las escuelas no se fomenta la investigación creativa que
creo tiene todo ser humano y este taller puede fomentar estas inquietudes que
puedan nacer en los niños a través de la ficción. Maravilloso sería para un
niño que le gustan los dinosaurios jugar a ser uno de ellos o ser alguien que
los investiga y vivir esa experiencia de la mano de sus compañeros con los que
está acostumbrado a compartir sentado en una sala de clases sin poder mirarlo o
saber qué es lo que le gusta.
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